El metro de Praga es muy utilizado por ciudadanos y turistas. Se inauguró allá por 1974. Desde entonces hasta ahora, las líneas se han vuelto sin duda mucho más rápidas, los trayectos se adelgazan menos con el tiempo y las vías se han alargado hasta cubrir 65 y más kilómetros.
Localizar una boca de metro no es difícil: basta con encontrar carteles en forma de triángulo invertido con una «M» dentro, la inicial de Metro. La señal tiene el mismo color que la línea que pasa por esa parte de la ciudad.
Metro de Praga
El Metro de Praga cubre tres líneas y cada una de ellas es fácilmente identificable porque está asociada a un color. Así, tenemos una línea verde, también llamada línea A, una línea amarilla, también llamada línea B, y una línea roja, también llamada línea C. Pero vayamos por orden.
Línea A (verde)
La línea verde atraviesa Praga de oeste a este. Esta línea consta de 17 estaciones y permite acceder fácilmente a los barrios de interés (Malá Strana, Staré Mesto y Nové Město). Entre los puntos más fáciles de tocar utilizando esta ruta están la Plaza de la Ciudad Vieja, la Plaza de Wenceslao y el Barrio Judío. Esta ruta permite parar en la estación de Nemocnice Motol, que corresponde a la parada del autobús 119, y llegar así fácilmente al aeropuerto de Praga.
Línea B (amarilla)
La línea B atraviesa la ciudad, conectando las zonas noreste y suroeste. Esta ruta consta de 24 estaciones y permite acceder a diversos lugares. Especialmente interesante para los turistas es probablemente el hecho de que, gracias a la línea amarilla del metro, pueden ir fácilmente a la parada del autobús 100, que llega justo al aeropuerto.
Línea C (roja)
La línea C conecta el norte y el sur de Praga. De nuevo, gracias a este servicio, será posible llegar a la estación de autobuses y a la Plaza de Wenceslao. Además, en este trayecto hay 20 estaciones diferentes y varios puntos de transbordo con otras líneas de metro. Éstos se indican con el epígrafe «Prestup», es decir, «Conexión».
Horarios del metro de Praga
El metro está siempre activo en Praga y circula con una frecuencia de 2 a 10 minutos. El horario habitual es de 5.00 a 24.00. Sin embargo, las franjas horarias no cubiertas son atendidas por otros transportes públicos, sobre todo autobuses y tranvías.
Billetes
El billete que se utiliza para subir al metro también es válido en los autobuses y puede adquirirse fácilmente en quioscos, máquinas automáticas de venta de billetes, cabinas del personal y por SMS. Un billete puede cubrir trayectos de 30 ó 90 minutos y tiene un coste reducido para niños de entre 6 y 15 años. No obstante, quienes lo deseen también pueden adquirir billetes turísticos o abonos de distinta duración.
Cuidado, no se le ocurra ser un tramposo y no validar los billetes: los controles por estos lares son de todo menos esporádicos.
Información útil
Como desgraciadamente ocurre en cualquier latitud, el transporte público de Praga suele estar poblado de carteristas. El fenómeno parece estadísticamente más relevante en los coches que conectan el aeropuerto con el centro de la ciudad. Muchos turistas, conscientes de ello, optan por llegar a su hotel o a su puerta de embarque utilizando otros medios de transporte. En cualquier caso, para evitar problemas, siempre es bueno seguir algunas normas elementales de seguridad.
Dicho esto, sepa que todas las estaciones de metro están bien equipadas con planos de bolsillo de la ciudad y que todo el mundo puede llevarse un mapa si es necesario. En las escaleras mecánicas, se viaja siempre por la derecha, mientras que las personas discapacitadas sólo tendrán acceso, desgraciadamente, a algunas estaciones. No todos los accesos están equipados con escaleras mecánicas.
